El secuestro de carbono es simplemente la ingesta y el almacenamiento del elemento carbono. El ejemplo más común en la naturaleza es durante el proceso de fotosíntesis de árboles y plantas, que almacenan carbono a medida que absorben dióxido de carbono (CO2) durante el crecimiento. Debido a que absorben el carbono que de otro modo se elevaría y atraparía el calor en la atmósfera, los árboles y las plantas son actores importantes en los esfuerzos para evitar el calentamiento global en un proceso llamado mitigación del cambio climático..
Los ambientalistas citan esta forma natural de secuestro de carbono como una razón clave para preservar los bosques del mundo y otras tierras no desarrolladas donde la vegetación es abundante. Y los bosques no solo absorben y almacenan grandes cantidades de carbono; También liberan grandes cantidades de oxígeno como subproducto, lo que lleva a las personas a referirse a ellos como los "pulmones de la tierra".
Según el Comité de Desierto del Oeste de Canadá, los miles de millones de árboles en el bosque boreal del hemisferio norte que se extienden desde la Siberia rusa a través de Canadá y hacia Escandinavia absorben grandes cantidades de carbono a medida que crecen. Asimismo, los bosques tropicales del mundo juegan un papel importante en el secuestro natural de carbono. Como tal, los ambientalistas ven la preservación y la adición al dosel forestal del mundo como el mejor medio natural para minimizar el impacto del calentamiento global causado por los 5.500 millones de toneladas de dióxido de carbono generadas por fábricas y automóviles cada año. Una vez que una preocupación principalmente por la pérdida de biodiversidad, la deforestación de repente arroja una sombra diferente,
En el frente tecnológico, los ingenieros están trabajando arduamente para desarrollar formas artificiales para capturar la emisión de carbono de las centrales eléctricas de carbón y las chimeneas industriales y secuestrarlo enterrándolo en las profundidades de la Tierra o los océanos. Varias agencias en los EE. UU. Han adoptado el secuestro de carbono como un medio para mitigar las emisiones de dióxido de carbono y están gastando millones anuales en investigación y desarrollo, con la esperanza de que la tecnología pueda desempeñar un papel importante para mantener las emisiones de gases de efecto invernadero fuera de la atmósfera. Estados Unidos también está financiando investigaciones relacionadas en China con la esperanza de detener la ola de emisiones chinas de CO2 que aumentan rápidamente a medida que esa nación se desarrolla rápidamente (China ya ha superado a Estados Unidos como el mayor consumidor mundial de carbón).
La administración Bush se negó a firmar el Protocolo de Kioto, un acuerdo internacional adoptado en Japón en 1997 que insta a los países a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero. En cambio, muchos ambientalistas sienten que están buscando la tecnología de secuestro de carbono como una solución rápida o enfoque de "tirita" que les permite preservar la infraestructura existente de combustibles fósiles en lugar de reemplazarla con fuentes de energía renovables limpias o ganancias de eficiencia.
Esencialmente, la tecnología implica la eliminación del dióxido de carbono después de que se produce, en lugar de tratar de mantener su producción en primer lugar. Los estudios de las Naciones Unidas sugieren, sin embargo, que podría desempeñar un papel más importante en la lucha contra el calentamiento global en este siglo que cualquier otra medida.
Editado por Frederic Beaudry