En ciencia, un sistema abierto es un sistema que puede intercambiar libremente materia y energía con su entorno. Puede parecer que un sistema abierto viola las leyes de conservación porque puede ganar o perder materia y energía.
Un buen ejemplo de un sistema abierto es la transferencia de energía en un automóvil. La energía química en el combustible se convierte en energía mecánica. El calor se pierde en los alrededores, ya que puede parecer que la materia y la energía no se conservan. Un sistema como este, que pierde calor u otra energía a su alrededor, también se conoce como sistema disipativo.