Abu Ja'far al Mansur fue conocido por establecer el califato abasí. Aunque en realidad era el segundo califa abasí, sucedió a su hermano solo cinco años después del derrocamiento de los omeyas, y la mayor parte del trabajo estaba en sus manos. Por lo tanto, a veces se lo considera el verdadero fundador de la dinastía abasí. Al Mansur estableció su capital en Bagdad, a la que llamó Ciudad de la Paz..
El padre de Al Mansur, Muhammad, era un miembro prominente de la familia abasí y el bisnieto del venerado Abbas; su madre era una esclava bereber. Sus hermanos lideraron a la familia abasí mientras los omeyas todavía estaban en el poder. El anciano, Ibrahim, fue arrestado por el último califa omeya y la familia huyó a Kufah, en Irak. Allí, el otro hermano de al Mansur, Abu nal-Abbas as-Saffah, recibió la lealtad de los rebeldes khorasanianos, y derrocaron a los omeyas. Al Mansur estuvo firmemente involucrado en la rebelión y jugó un papel importante en la eliminación de los restos de la resistencia omeya.
Solo cinco años después de su victoria, as-Saffah murió y Al Mansur se convirtió en califa. Era despiadado con sus enemigos y no del todo confiable para sus aliados. Reprimió varias revueltas, eliminó a la mayoría de los miembros del movimiento que llevó a los abasíes al poder e incluso hizo matar al hombre que lo ayudó a convertirse en califa, Abu Muslim. Las medidas extremas de Al Mansur le causaron dificultades, pero finalmente lo ayudaron a establecer la dinastía abasí como un poder a tener en cuenta..
Pero el logro más significativo y duradero de al Mansur es el establecimiento de su capital en la nueva ciudad de Bagdad, que llamó la Ciudad de la Paz. Una nueva ciudad sacó a su gente de los problemas en las regiones partidistas y albergó una burocracia en expansión. También hizo arreglos para la sucesión al califato, y cada califa abasí descendía directamente de al Mansur..
Al Mansur murió durante una peregrinación a La Meca y está enterrado fuera de la ciudad..