Si alguna vez ha manipulado una mariposa, probablemente haya notado el residuo de polvo que queda en sus dedos. Las alas de una mariposa están cubiertas de escamas, que se pueden frotar en la punta de los dedos si las toca. Si pierde algunas de estas escamas, evitará que una mariposa vuele, o peor aún, una mariposa morirá si toca sus alas.?
La idea de que simplemente tocar las alas de una mariposa puede evitar que vuele es más una ficción que un hecho. Aunque sus alas parecen frágiles, considere los siguientes registros de vuelo de mariposas como evidencia de su fuerte construcción:
Si un simple toque pudiera inutilizar las alas de una mariposa, las mariposas nunca podrían manejar tales hazañas.
La verdad es que un cobertizo de mariposas escala a lo largo de su vida. Las mariposas pierden escamas simplemente haciendo lo que hacen: néctar, aparearse y volar. Si tocas una mariposa suavemente, perderá algunas escamas, pero rara vez lo suficiente como para evitar que vuele.
Un ala de mariposa está hecha de una membrana delgada palmeada con venas. Escamas coloridas cubren la membrana, superpuestas como tejas del techo. Estas escamas fortalecen y estabilizan las alas. Si una mariposa pierde una gran cantidad de escamas, la membrana subyacente puede volverse más propensa a rasgaduras y rasgaduras, lo que a su vez podría afectar su capacidad de volar..
Las mariposas no pueden regenerar escamas perdidas. En las mariposas más viejas, puede observar pequeñas manchas claras en sus alas, donde se han desprendido las escamas. Si falta una gran sección de escamas, a veces puede ver a través de la membrana transparente.
Las lágrimas de las alas, por otro lado, afectan la capacidad de una mariposa para volar. Siempre debes tratar de minimizar las lágrimas en el ala de una mariposa cuando las atrapes. Siempre use una red de mariposas adecuada. Nunca atrape una mariposa viva en una jarra pequeña u otros recipientes en los que pueda dañar sus alas al aletear contra los lados duros..
Cuando manejes una mariposa, cierra suavemente sus alas juntas. Con un toque ligero pero firme, sostenga las cuatro alas juntas y mantenga los dedos en un solo lugar. Es mejor sostener las alas en un punto cercano al cuerpo de la mariposa, para mantenerla lo más quieta posible. Mientras seas gentil y no manejes excesivamente a la mariposa, continuará volando cuando la sueltes y viva su ciclo de vida no peor por el desgaste.