Si alguna vez has aplicado alcohol a un corte u otra herida, sabes que pica y quema. No importa qué tipo de alcohol use: el etanol, el isopropilo y el alcohol para frotar producen el efecto.
El alcohol no te quema físicamente, pero sientes la sensación porque el químico activa los mismos receptores nerviosos en tu piel que te permiten saber que el agua hirviendo o una llama está caliente.
Las células especiales llamadas receptores VR1 disparan señales neuroquímicas a su cerebro cuando están expuestas al calor. Cuando los receptores están expuestos al alcohol, como cuando vierte desinfectante a base de alcohol en un corte abierto, la molécula de alcohol reduce el umbral de temperatura requerido para enviar esta señal.
Los científicos que estudian la interacción entre el etanol y los receptores VR1 han determinado que los receptores se activan 10 grados más fríos de lo normal. Otros tipos de alcohol parecen actuar de manera similar.
Aunque no se sabe con certeza, el calor generado por las células como parte de la respuesta a la inflamación puede actuar como la fuente de la sensación de ardor.
Algunas personas creen que aplicar alcohol a la piel antes de dañarlo (por ejemplo, para una vacuna) enfría la piel lo suficiente como para prevenir o disminuir la sensación de ardor.
Incluso el alcohol frío aplicado a un corte picará.