Estudiantes de secundaria y sus diversas personalidades

Los estudiantes de secundaria, como los adultos, provienen de diferentes lugares intelectualmente, socialmente y emocionalmente. Los maestros deben aprender a trabajar con una amplia gama de personalidades que se presentan para comprender lo que necesita cada estudiante. Para prepararse para enseñar en la escuela secundaria, familiarícese con estos rasgos de personalidad comunes.

Recuerde que cada alumno se caracteriza por una combinación de atributos, incluso cuando hay uno que los define más que el resto. Mire al niño completo y evite generalizar basándose en un solo rasgo.

Cruel

Cada escuela tiene matones. Tienden a apuntar a aquellos que no pueden o no se defenderán. Siempre hay causas subyacentes de comportamiento cruel que motivan a los estudiantes a actuar: pueden incluir desde inseguridad extrema hasta problemas en el hogar. Un maestro nunca debe despedir a un estudiante que es malo con los demás porque a menudo necesitan tanta ayuda como sus víctimas, a veces más.

La intimidación puede ser física o emocional, así que esté atento a ambos. Sea diligente en detectar el acoso tan pronto como suceda para que pueda ponerle fin rápidamente. Enseñe a su clase a defenderse mutuamente para evitar que el acoso se salga de control cuando no lo note. Una vez que haya identificado tendencias crueles en un estudiante, comience a tratar de descubrir qué le está haciendo daño..

Líder

Todos admiran a estos estudiantes. Los líderes naturales suelen ser personas entusiastas, apreciadas y completas que tienen un tremendo impacto en sus compañeros de clase. Son respetuosos y respetados. Es posible que no se den cuenta de que otros estudiantes los miran como ejemplos porque no buscan atención. Los líderes todavía necesitan ser guiados y nutridos, pero probablemente no necesiten el mismo tipo de orientación de usted que sus compañeros de clase. Muestre a estos estudiantes sobresalientes su potencial y ayúdelos a hacer diferencias positivas dentro y fuera de su clase. Recuerde que incluso los estudiantes sabios e influyentes necesitan maestros para ayudarlos a crecer.

Energético

Algunos estudiantes tienen energía de sobra. Esto puede dificultarles la concentración e incluso hacer que se comporten mal sin querer. La actividad de los estudiantes enérgicos, desde rebotes constantes hasta distracciones persistentes y gritos, puede abrumar a cualquier salón de clases. Trabaje con ellos para desarrollar estrategias para el éxito; pueden necesitar adaptaciones para ayudarlos a concentrarse y hacer su trabajo. A veces, estos estudiantes tienen trastornos de conducta no diagnosticados, como el TDAH, que un profesional debe abordar..

Demasiado tonto

Cada clase tiene estudiantes que se encargan de mantener a todos entretenidos: los payasos de la clase. Tienden a amar la atención y no les importa si es positiva o negativa siempre que reciban una respuesta. Los estudiantes demasiado tontos a menudo se meten en problemas cuando dejan que su deseo de sobresalir se apodere de ellos y dejan de seguir las reglas para divertirse. En lugar de remitir inmediatamente a estos estudiantes a la administración para una acción disciplinaria, intente razonar con ellos. Descubra lo que puede hacer para ayudarlos a dar un buen ejemplo en lugar de siempre tratar de hacer reír a los demás..

Motivado

Los estudiantes motivados son naturalmente trabajadores duros. Se mantienen a sí mismos con altos estándares y van más allá para lograr sus objetivos. Muchos maestros disfrutan de tener estudiantes ambiciosos porque no necesitan ser convencidos de hacer lo mejor que pueden, pero tengan cuidado de no descartar sus necesidades. Los estudiantes con gran apetito por el éxito tienden a tener bajas tolerancias al fracaso y pueden ser injustos consigo mismos cuando no se desempeñan tan bien como les gustaría. Aliéntelos a encontrar un equilibrio saludable entre esforzarse y cometer errores..

Dotados y Talentosos

Los estudiantes con inteligencia superior al promedio aportan una dinámica interesante a la clase. Tienden a moverse más rápidamente a través del material y exhiben habilidades más allá de su edad, a las que puede recurrir ocasionalmente para enriquecer su instrucción. Sin embargo, hay dos maneras en que otros estudiantes generalmente responden a aquellos dotados y talentosos y ninguno es favorable: podrían rechazarlos porque son diferentes o extravagantes o dependen de ellos para obtener ayuda académica. Ambos escenarios pueden ser perjudiciales para el bienestar de un estudiante excepcionalmente brillante, así que esté atento a las señales de maltrato o aprovechamiento.

Organizado

Estos estudiantes siempre están preparados para la clase. Recordar completar la tarea no es un problema y probablemente tampoco necesiten su ayuda para realizar un seguimiento de sus materiales. Estos estudiantes prefieren el orden y la previsibilidad y pueden tener problemas para lidiar con cualquier cosa que contradiga esto. Aproveche sus habilidades con los trabajos de clase y aliéntelos a dar ejemplos a otros sobre cómo mantenerse organizado. Si les resulta difícil funcionar en el desorden y el caos, enséñeles estrategias para hacer frente y adaptarse.

Tranquilo y sometido

Algunos estudiantes son introvertidos, tímidos y retraídos. Es muy probable que tengan algunos amigos cercanos e interactúen muy poco con el resto de la clase. No siempre participarán en clase porque compartir sus ideas en discusiones y trabajar con otros está fuera de su zona de confort. Encuentre una manera de conectarse con estos estudiantes para que pueda evaluar con precisión lo que pueden hacer, lo que saben y lo que necesitan. Céntrese en los rasgos que los hacen buenos estudiantes y no los castigue por ser silenciosos (esto probablemente hará que sean aún menos propensos a comunicarse).

Desacoplado o desmotivado

Cada clase tendrá estudiantes que frecuentemente parecen desconectados o incluso parecen ser flojos. A veces, estos estudiantes no observadores y no participativos tienen problemas para enfocar su capital mental en lo académico y otras veces simplemente se van cuando no entienden. Estos estudiantes no suelen llamar mucho la atención y volarán bajo su radar si no tiene cuidado. Descubra qué les impide tener éxito: ¿es un problema social? Obstáculo académico? ¿Algo más? Los estudiantes como estos necesitan que atiendas a su jerarquía o necesidades antes de que puedan postularse en la escuela, ya que puede haber problemas mucho más acuciantes en sus mentes que el trabajo escolar..