Los estudiantes con necesidades especiales relacionadas con el TDAH a menudo exhiben síntomas que pueden alterar el entorno de aprendizaje de todo el aula. Algunos de los síntomas comunes incluyen cometer errores descuidados, no prestar mucha atención a los detalles, no seguir cuidadosamente las instrucciones, no escuchar cuando se les habla directamente, soltar respuestas antes de escuchar la pregunta completa, sentirse inquieto, inquieto, correr o trepar en exceso, y no seguir las instrucciones cuidadosa y completamente.
Si está escribiendo un plan para garantizar que sus estudiantes con TDAH tengan éxito, asegúrese de que sus objetivos se basen en el rendimiento pasado del estudiante y que cada objetivo y declaración se establezca positivamente y sea medible. Sin embargo, antes de crear metas para su estudiante, establezca un ambiente de aprendizaje que sea propicio para ayudar a los niños a enfocarse y mantener su atención. Algunas de las tácticas incluyen las siguientes:
Siempre desarrolle metas que puedan medirse. Sea específico en cuanto a la duración o la circunstancia bajo la cual se implementará el objetivo, y utilice intervalos de tiempo específicos cuando sea posible. Una vez que se escribe el IEP, es imperativo que se le enseñen los objetivos al estudiante y que comprenda completamente las expectativas. Proporcione a los estudiantes formas de rastrear los objetivos: deben ser responsables de sus propios cambios. Aquí hay algunos ejemplos de objetivos medibles con los que puede comenzar.
Establezca una meta para la tarea completa. Cree un calendario semanal donde usted y el alumno puedan realizar un seguimiento del trabajo terminado. Hacer un seguimiento de la meta de completar la tarea cinco días a la semana puede ayudar al estudiante a concentrarse en la tarea de terminar la tarea diariamente.
Establezca una meta simple para anotar recordatorios y fechas de vencimiento de tareas en su agenda escolar cinco días a la semana. Pida ver la agenda del estudiante al final de la semana y juntos cuenten cuántas veces anotó las fechas de vencimiento de las tareas y los eventos escolares especiales..
Cree una meta para que el estudiante desarrolle habilidades de organización para administrar su vida diaria. Por ejemplo, pídale al alumno que haga un seguimiento de una lista de verificación personal de las tareas diarias. Desde cepillarse los dientes por la mañana hasta almorzar o pasar tiempo en la computadora, establezca una meta para que el estudiante realice un seguimiento de la frecuencia con la que todas las casillas de su lista de verificación están marcadas.
Tenga en cuenta que las metas o declaraciones deben ser relevantes para las necesidades de cada estudiante. Comience lentamente, eligiendo solo un par de comportamientos para cambiar en un momento dado. Involucre al estudiante: esto le permite asumir la responsabilidad y ser responsable de sus propias modificaciones. Además, proporcione algo de tiempo para que el alumno pueda rastrear o graficar sus éxitos.