Elegir un abogado puede ser la decisión más importante que tome un inmigrante. Antes de contratar un asesor legal, tómese el tiempo para averiguar qué está recibiendo. Estas son las preguntas que debe hacer durante una entrevista con un posible abogado.
Qué preguntarle a un abogado de inmigración
¿Cuánto tiempo has estado practicando la ley de inmigración??-No hay sustituto para la experiencia cuando se trata de manejar los casos más difíciles. Es importante que su abogado no solo conozca la ley sino que también comprenda el proceso. Tampoco tenga miedo de preguntar sobre los antecedentes y las credenciales del abogado. Puede ser una buena idea hablar con un antiguo cliente y preguntar cómo fueron las cosas..
¿Eres miembro de AILA??-La Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) es una organización nacional de más de 11,000 abogados y profesores de derecho que practican y enseñan leyes de inmigración. Son especialistas que están al día con las leyes de EE. UU. Los abogados de AILA representan a familias estadounidenses que buscan residencia permanente para miembros de la familia y empresas estadounidenses que buscan talento en el extranjero. Los miembros de AILA también representan a estudiantes extranjeros y solicitantes de asilo, a menudo de forma gratuita..
¿Has trabajado en casos similares al mío??-Siempre es una ventaja si el abogado ha estado trabajando con éxito en un caso similar al suyo. Los casos de inmigración pueden variar mucho y la experiencia con su situación particular puede marcar la diferencia.
¿Qué acciones tomará de inmediato y qué seguirá??-Trate de obtener una imagen mental del camino por delante. Obtenga una idea de cuán complicado o difícil puede ser su caso. Aproveche la oportunidad de antemano para averiguar qué tan informado y agresivo es su posible abogado.
¿Cuáles son mis posibilidades de un resultado positivo??-Un abogado experimentado y de buena reputación tendrá una buena idea de lo que viene y no hará promesas que no se puedan cumplir. Tenga cuidado si escucha algo que suena demasiado bueno para ser verdad. Tal vez sea.
¿Qué puedo hacer para mejorar mis posibilidades de éxito??-Intenta ser un compañero de trabajo en tu propia causa. Obtenga a su abogado los documentos o información que él o ella requiera lo antes posible. Asegúrese de ser comunicativo y de que la información que brinde sobre usted sea precisa y completa. Participe y aprenda la terminología legal.
¿Me puede dar una estimación de cuánto tiempo se resolverá mi caso??-Siempre es difícil encontrar un cronograma preciso cuando se trata con el gobierno, especialmente cuando se trata de asuntos de inmigración. Pero un abogado experimentado puede darle al menos una estimación aproximada de cómo se vería el cronograma por delante. También puede verificar el estado de su caso directamente con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos.
¿Quién trabajará en mi caso además de usted??-El personal de apoyo puede ser crítico. Pregunte sobre cualquier asistente legal, investigadores, investigadores o incluso secretarios que asistirán a su abogado. Es bueno saber sus nombres y comprender sus roles. Si hay problemas de idioma o traducción, averigüe quién puede hablar su idioma en la oficina.
¿Cómo nos comunicaremos??-Averigüe si el abogado desea hablar por teléfono o comunicarse por correo electrónico, mensajes de texto o correo urgente. Muchos abogados aún confían en los servicios postales tradicionales (correo postal) para hacer gran parte del trabajo. Si eso no le conviene, haga otros arreglos o contrate a alguien más. No salga de la oficina ni apague el teléfono sin obtener toda la información de contacto que necesitará. Si está en el extranjero, debe pensar en diferenciales de tiempo cuando llama o envía mensajes de texto..
¿Cuál es su tarifa y su mejor estimación del costo total??-Pregunte qué tipo de pago acepta el abogado (¿están bien las tarjetas de crédito?) Y cuándo se le facturará. Solicite un desglose de los cargos y vea si hay alguna forma de minimizar el costo. Averigüe si hay algún gasto adicional que pueda surgir.