El origen de la sátira romana

La literatura romana comenzó como una imitación de las formas literarias griegas, desde las historias épicas de héroes y tragedias griegas hasta el poema conocido como epigrama. Fue solo en una sátira que los romanos pudieron reclamar originalidad ya que los griegos nunca dividieron la sátira en su propio género..

La sátira, tal como la inventaron los romanos, tuvo una tendencia desde el principio hacia la crítica social que todavía asociamos con la sátira. Pero la característica definitoria de la sátira romana era que era una mezcla, como una revista moderna.

Sátira menippean

Los romanos produjeron dos tipos de sátira. La sátira menippeana era con frecuencia una parodia, que combinaba prosa y verso. El primer uso de esto fue el filósofo cínico sirio Menippus de Gadara (fl. 290 a. C.). Varro (116-27 a. C.) lo trajo al latín. La Apocolocyntosis (Pumpkinification of Claudius), atribuida a Séneca, una parodia de la deificación del emperador babeante, es la única sátira menippeana existente. También tenemos grandes segmentos de la sátira / novela epicúrea, Satyricon, por Petronio.

Verso sátira

El otro tipo de sátira más importante era la sátira en verso. La sátira no calificada por "Menippean" generalmente se refiere a la sátira en verso. Fue escrito en un medidor de hexámetros dactílicos, como épicas. Su medidor majestuoso explica en parte su lugar relativamente alto en la jerarquía de poesía citada al principio.

Fundador del género de la sátira

Aunque hubo escritores latinos anteriores que jugaron un papel decisivo en el desarrollo del género de la sátira, el fundador oficial de este género romano es Lucilio, del cual solo tenemos fragmentos. Horacio, Persio y Juvenal lo siguieron, dejándonos muchas sátiras completas sobre la vida, el vicio y la decadencia moral que vieron a su alrededor..

Antecedentes de la sátira

Atacar a los necios, un componente de la sátira antigua o moderna, se encuentra en la antigua comedia ateniense cuyo único representante existente es Aristófanes. Los romanos tomaron prestado de él y de otros escritores griegos existentes de comedia, Cratinus y Eupolus, según Horace. Los satíricos latinos también tomaron prestadas técnicas para captar la atención de predicadores cínicos y escépticos cuyos sermones extemporáneos, llamados diatribas, podrían ser embellecidos con anécdotas, bocetos de personajes, fábulas, chistes obscenos, parodias de poesía seria y otros elementos que también se encuentran en la sátira romana..