En 2003, la BBC produjo un docudrama televisivo (Coliseo: Arena de la Muerte de Roma, también conocido como Coliseo: La historia de un gladiador) sobre gladiadores romanos que Las olimpiadas desnudas El escritor Tony Perrottet revisó, en Televisión / DVD: Todo el mundo ama un baño de sangre. La revisión parece justa. Aquí hay un extracto:
"Las primeras fases del espectáculo están totalmente integradas en la tradicional tradición de las películas de gladiadores, tanto es así que hay una inevitable sensación de déjà vu. (¿Es ese Kirk Douglas esclavizándose en las canteras? ¿No se parece un poco ese gladiador a Russell Crowe?) Los primeros atisbos rústicos del prisionero de la Roma imperial, las coincidencias iniciales en la escuela de gladiadores, todos son parte de los juzgados. -La verdadera fórmula. Incluso la música parece familiar..
Aún así, esta nueva incursión en el género se distingue rápidamente de sus antepasados.."
Esa oración final vale la pena repetir. Recomendaría ver este programa de una hora si alguna vez vuelve a la televisión.
El clímax del espectáculo es una dramatización de una conocida lucha romana entre los gladiadores Priscus y Verus. Cuando lucharon entre sí, fue el punto culminante de los juegos para las ceremonias de apertura del Anfiteatro Flavio, la arena deportiva a la que generalmente nos referimos como el Coliseo Romano..
Conocemos a estos gladiadores capaces de un poema del ingenioso epigramático latino Marcus Valerius Martialis, también conocido como Marcial, a quien generalmente se le llama provenir de España. Es la única descripción detallada, tal como es, de una pelea que ha sobrevivido.
Encontrará el poema y una traducción al inglés a continuación, pero primero, hay algunos términos que debe conocer.
Inglés | latín |
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Mientras Priscus se retiraba y Verus sacaba el concurso, y la destreza de ambos se mantuvo durante mucho tiempo en saldo, a menudo fue dado de alta para los hombres reclamados con gritos poderosos; pero el propio César obedeció a los suyos. ley: esa ley era, cuando se creó el premio, luchar hasta que se levante el dedo; lo que era legal él lo hizo, a menudo dando platos y regalos en el mismo. Sin embargo, fue un fin encontrado de esa lucha equilibrada: lucharon bien combinaban, combinaban bien, juntos cedieron. A cada César envió la espada de madera y recompensas a cada uno: este premio de valor diestro ganó. Bajo no príncipe pero tú, César, tiene esta oportunidad: mientras dos pelearon, cada uno fue vencedor. | Cum traheret Priscus, traheret certamina Verus, |
Marcial; Ker, Walter C. A Londres: Heinemann; Nueva York: Putnam