Turquía es una democracia con una tradición que se remonta a 1945, cuando el régimen presidencial autoritario establecido por el fundador del moderno estado turco, Mustafa Kemal Ataturk, dio lugar a un sistema político multipartidista..
Turquía, un aliado tradicional de los Estados Unidos, tiene uno de los sistemas democráticos más saludables del mundo musulmán, aunque con déficits considerables en el tema de la protección de las minorías, los derechos humanos y la libertad de prensa..
La república de turquía es una democracia parlamentaria donde los partidos políticos compiten en las elecciones cada cinco años para formar el gobierno. El presidente es elegido directamente por los votantes, pero su posición es en gran parte ceremonial, con un poder real concentrado en manos del primer ministro y su gabinete..
Turquía ha tenido una historia política tumultuosa, pero en su mayor parte, pacífica después de la Segunda Guerra Mundial, marcada por tensiones entre los grupos políticos de izquierda y derecha, y más recientemente entre la oposición secular y el gobernante Partido Islámico de Justicia y Desarrollo (AKP). , en el poder desde 2002).
Las divisiones políticas han llevado a episodios de disturbios e intervenciones del ejército en las últimas décadas. Sin embargo, Turquía es hoy un país bastante estable, donde la gran mayoría de los grupos políticos están de acuerdo en que la competencia política debe mantenerse dentro del marco de un sistema parlamentario democrático..
Las estatuas de Ataturk son omnipresentes en las plazas públicas de Turquía, y el hombre que en 1923 fundó la República Turca todavía tiene una fuerte impronta en la política y la cultura del país. Ataturk era un laico incondicional, y su búsqueda de la modernización de Turquía se basaba en una estricta división de estado y religión. La prohibición de las mujeres que usan el pañuelo islámico en las instituciones públicas sigue siendo el legado más visible de las reformas de Ataturk, y una de las principales líneas divisorias en la batalla cultural entre los turcos seculares y los conservadores religiosos..
Como oficial del ejército, Ataturk otorgó un papel importante a los militares que, después de su muerte, se convirtieron en un garante de la estabilidad de Turquía y, sobre todo, del orden secular. Con este fin, los generales lanzaron tres golpes de estado militares (en 1960, 1971, 1980) para restaurar la estabilidad política, y cada vez devolvieron el gobierno a los políticos civiles después de un período de gobierno militar interino. Sin embargo, este papel intervencionista otorgó a los militares una gran influencia política que erosionó los fundamentos democráticos de Turquía..
La posición privilegiada de los militares comenzó a disminuir significativamente después de la llegada al poder del primer ministro Recep Tayyip Erdogan en 2002. Político islamista armado con un mandato electoral firme, Erdogan impulsó reformas innovadoras que afirmaron el predominio de las instituciones civiles del estado sobre El ejercito.
A pesar de décadas de democracia multipartidista, Turquía atrae habitualmente la atención internacional por su pobre historial de derechos humanos y la negación de algunos de los derechos culturales básicos a su minoría kurda (aproximadamente el 15-20% de la población).