Entrevista a Miguel Pérez, bloguero de Vidgo, que ilustra uno de los muchos caminos para emigrar a Estados Unidos. Llegó como estudiante y es residente permanente tras haber tenido varias visas de trabajo.
La experiencia de Miguel es común a muchas otras personas: llega a Estados Unidos con una visa y según va pasando el tiempo va cambiando a otras hasta que, finalmente, obtiene una tarjeta de residencia.
Es fundamental resaltar que nunca se quedó sin estatus migratorio legal. Y es que es innegable que respetar siempre las leyes americanas, incluidas las migratorias, facilita enormemente los distintos trámites migratorios.
Respuesta: Llegué a Estados Unidos en 1994 con un visado de estudiante, para cursar una carrera de Marketing y jugar en el equipo de tenis de la universidad.
Por suerte, conocí a uno de los jugadores que ya estaban en el equipo, otro canario. Fue él quien me animó a comenzar el proceso. Como yo entré en enero, las becas ya se habían concedido, por lo que tuve que pagarme mi primer semestre. Después de mi primer semestre, el entrenador me ofreció una beca completa para el equipo de la Universidad de Luisiana en Monroe (ULM).
En esos tiempos, solo me pidieron el SAT y no necesité el TOEFL. Y, sin estudiar, me presenté al examen (algo que no recomiendo a casi nadie). Por lo tanto, el SAT fue el único requisito.
Mi nivel de inglés al llegar era tan pobre que cuando llegué a la universidad y me evalué un examen de evaluación, me metí en clases intensivas de inglés (ESL) durante 3 semestres.
Hoy en día le recomendamos a los interesados contratar los servicios de una agencia especializada en este tipo de trámites-como AGM Sports, con los que yo trabajo. (Además, prácticamente todas las universidades piden hoy un mínimo nivel de puntuación en el TOEFL).
En mi caso, el proceso no demoró más de 8 meses. Desde que tuve el primer contacto con la universidad a principios del 93, hasta mi admisión oficial a finales de noviembre. En enero de 1994 desembarqué en tierras americanas.
El costo total de las gestiones asciende al precio que tuve que pagar por el billete para ir a Madrid a examinarme. Ni siquiera compré libros, por lo que el costo fue bastante reducido. Y el primer semestre me lo pagué yo todo.
Por suerte, mi beca cubría el 100 por cien de los gastos (matrícula, libros, estancia y comidas) .Para costearme algunos gastos extras, solía dar algunas clases de tenis en mis tiempos libres.
Yo estudié marketing y jugué en el equipo. Mi primer año fue bastante duro porque mi inglés era el típico de cualquier estudiante español de colegio-muy mal. Lo que hacía era traducir todos los apuntes de clase, que había pedido a algún compañero americano, para estudiar en español. Es decir, que trabajaba el doble que los demás.
En cuanto a las horas de entrenamiento, solíamos correr o hacer pesas a las 5:45 am hasta las 7. De ahí, nos duchábamos e íbamos a una clase de 8 hasta la 1 pm. Por la tarde entrenábamos de 2:30 a 5:30. Algunos tuvimos clases por la noche también, de 6 a 9.
Yo me propuso tomar 21 horas (3 créditos por curso) en cada semestre, lo que hoy puede parecer una locura. Las universidades consideró que un estudiante estudiaba a tiempo completo con 12 horas. Pero a mí 12 me parecían muy pocas, además tenía que recuperar todo el tiempo que había empleado en mis clases de inglés (ESL).
Estar becado como deportista es una experiencia increíble. La verdad es que nos trata muy bien, desde las instalaciones especiales para comer para deportistas (mesas de entrenamiento) como todas las instalaciones deportivas a nuestro alcance.
Básicamente, te pagan para que forme parte de la universidad. Salir con una carrera terminada, sin un dólar de deuda, es algo que no resulta muy frecuente.
Al finalizar mi carrera, decidí cursar un máster en administración de empresas (MBA), ya que quería pulir un poco más mis conocimientos empresariales. Después de terminar mi MBA, solicite el OPT.
Lo usé para trabajar en JPMorgan Chase, como miembro del equipo de servicio al cliente en español en la división hipotecaria del banco. Se comenzaban a ofrecer servicios en español y fui parte del primer equipo de español de Chase, junto con otros 4 compañeros.
Nos encargábamos de servir todo el territorio nacional, desde la sede de Monroe (la sede principal de la división hipotecaria de Chase en esos momentos).
Después de una vez meses, y de ganar el Empleado del mes como 5 veces en Chase, mi supervisor me asegura que el proceso de aplicación de mi visado se hará sin problemas. Pero, a dos semanas de mi visa OPT se venciera, me llamaron al departamento de recursos humanos para informarme de que no procesarán mi visa.
En ese momento, y casi con la certeza de que yo tenía que regresar a casa, llegué a una oferta inesperada desde la universidad, para impartir clases de ofimática y administrada la informática roja de la facultad (durante mi MBA, había sido Asistente de posgrado del administrador de red, y esta se disponía a suponer supuesto). Con la universidad, comenzando con visa J-1, tres años seguidos.
Después de ese período, se ofreció a tramitarme la H1-B, la cual renové al cabo de tres años. Entre tanto, la solicitud de mi tarjeta verde comenzó allá por el 2004. Después de casi 5 años, en febrero de 2009, mi tarjeta verde fue concedida.
La universidad me patrocinó las visas J-1 primero y la H-1 después y finalmente, la tarjeta verde (tarjeta de residencia permanente)
Si no me equivoco, podría comenzar el proceso de nacionalización. Como Estados Unidos y España me permiten tener doble nacionalidad, quizás opte por solicitarla.
Sí, con mi esposa que es venezolana. Estaba en Estados Unidos con una H-1B trabajando para la farmacéutica Bayer pero pedí para ella una tarjeta verde y ahora también es residente permanente. Tenemos dos hijas que son ciudadanas americanas por haber nacido aquí.
Mi primera recomendación sería informarse muy bien sobre el proceso (exámenes de ingreso, becas, papeleo, todos los documentos necesarios ...) Aparte, les recomendamos conocer muy bien cómo funcionan las cosas aquí, en caso de que en el futuro, decidan quedarse un tiempo un trabajo.
Temas como la importancia del historial de crédito en este país, los internados como puerta de acceso al mercado laboral, relacionarse con antiguos alumnos de la universidad durante los eventos, aumentar su visibilidad con el profesorado, y muchas otras cosas.
miste artículo es informativo. No es asesoría legal.