Cómo puede un extranjero divorciarse en Estados Unidos

¿Pueden divorciarse todos los extranjeros que residen en los Estados Unidos con independencia de su estatus migratorio y sin que importen el país en el que se casaron?

Para evitar problemas es conveniente conocer los puntos básicos que se explican a continuación, así como problemas son los problemas migratorios que pueden surgir por un divorcio y, por último, qué debe hacerse para que un divorcio en Estados Unidos tenga efectos legales en el país de origen.

En el caso de desconocer dónde se encuentra la persona de la que se quiere divorciarse, es posible buscarlo en varias bases de datos oficiales de Estados Unidos.

La importancia del estado a la hora de divorciarse en Estados Unidos

En Estados Unidos, los asuntos de matrimonio y divorcio son competencia de los estados. Esto significa que las reglas pueden variar de uno a otro. Sin embargo, en todos los estados van a pedir que se cumplan al menos dos requisitos. 

En primer lugar, que se solicita la identidad de la persona que solicita el divorcio. Cada estado tiene un listado con todos los documentos que se admiten, como la licencia de manejar, la tarjeta de residencia permanente, el pasaporte o la matrícula consular.

En segundo lugar, excepto en los casos de Alaska y Washington, se pide que la persona que se quiere divorciar puede probar que reside en el estado en el que solicita el divorcio. En este punto las reglas complicadas enormemente. Por ejemplo, en Dakota del Sur es suficiente probar que se vive en ese estado en el momento de iniciar los trámites.

Pero ese es un caso excepcional, ya que la mayoría de los estados piden probar residencia por 90 días, 180 días o, incluso, un año. Entre los estados que exigen residencia por más de 352 días se encuentran Connecticut, Iowa, Maryland, Massachusetts, Nebraska, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Virginia Occidental.

Algunos estados, además, incluyen un mínimo de tiempo de residencia en el condado en el que se presentan los papeles. Por ejemplo, en California se exigen 180 días de residencia en el estado, de los cuales 90 tienen que ser en el condado en el que se solicita el fin del matrimonio.

El estado en el que una persona se divorcia es importante por varias razones. En primer lugar, porque cada estado regular las causas por las que es posible solicitarlo.

En Estados Unidos dos de cada tres estados permiten lo que se conoce como divorcio sin culpa, es decir, querer divorciarse es razón suficiente para solicitarlo y obtenerlo. En los otros estados hay que cumplir con algunos de los requisitos que se requieren al incumplimiento del acuerdo matrimonial por algunos de los dos cónyuges.

En segundo lugar, los estados pueden exigir que se notifique a la otra parte el inicio del procedimiento de divorcio en lo que se conoce en inglés como Servicio de procesos. Se pueden admitir diferentes formas para realizar la notificación, pero en el caso de personas con un cónyuge fuera de los Estados Unidos, este requisito puede ser, en ocasiones, difícil de cumplir, pero no por eso puede ignorarse.

Y, en tercer lugar, las leyes del estado en el que se dicta el divorcio van a decidir sobre los aspectos como división de las propiedades, si las hay, custodias de hijos, y pensiones de alimentos o de sostenimiento (reconocidos en inglés como manutención de los hijos y pensión alimenticia, respectivamente).

Efectos migratorios del divorcio

Cualquier persona que resida habitualmente en Estados Unidos puede divorciarse, cumpliendo con los requisitos del estado en el que solicita el divorcio. El procedimiento tiene lugar en la corte civil y depende del estado. Esos datos no se comunican con inmigración.

Sin embargo, un divorcio sí puede tener consecuencias migratorias en tres casos:

1. En primer lugar, las personas que obtuvieron una tarjeta de residencia por matrimonio y se divorciaron podrían perderla, problemas del momento y de las circunstancias de la finalización del vínculo matrimonial. Aunque la situación es más delicada para las personas que desean divorciarse antes de levantar la condicionalidad de su tarjeta verde, lo cierto es que los efectos pueden darse incluso cuando ya tiene la tarjeta de residencia definitiva. El problema aparece cuando se solicita la ciudadanía por naturalización y ya consta el estado civil como divorciado.

2. En el caso de divorcio en el que la pareja tiene hijos en común, puede establecer una pensión de mantenimiento para los menores, según las reglas del estado en el que reside. En el caso de incumplirse el pago de la pensión de alimentos puede haber consecuencias civiles, penales y también migratorias que pueden ir desde multas, penas de prisión y anulación del pasaporte, hasta negación de beneficios migratorios como la tarjeta de residencia o la ciudadanía estadounidense por naturalización.

3. En tercer lugar y con aplicación para todas las personas extranjeras en Estados Unidos, los casos de bigamia son causa de deportación y denegación de la adquisición de la ciudadanía estadounidense por naturalización. La bigamia se produce cuando una persona está casada con otras dos al mismo tiempo. Por esta razón conviene pensar bien el caso en Estados Unidos sin antes divorciarse pensando en las autoridades estadounidenses nunca se van a enterar si hubo o no matrimonio previo en otro país.

En estos casos, muchas veces se enteran por denuncias anónimas que crean problemas migratorios que son difíciles o imposibles de resolver, y no es posible pedir una exención. Además, hay el agravante de que si hay una condena por bigamia se anulan todos los beneficios migratorios afectados a partir del momento en que se produjo la bigamia.

Qué hacer para que el divorcio en Estados Unidos tenga efectos legales en el país de origen

Las personas extranjeras pueden divorciarse en Estados Unidos, sin embargo, eso no quiere decir que ese divorcio es válido en sus países de origen o que producen efectos legales automáticamente.

De hecho, existen dos formas completamente diferentes sobre cómo otros países pueden contemplar un divorcio de uno de sus países específicos en Estados Unidos. En primer lugar, se encuentran aquellos países que no reconocen ningún valor legal y exigen que sus connacionales se divorcian en el país de origen, en persona o a través de un representante legal. Es, por ejemplo, el caso de México

Así, si un mexicano se casa en México pero vive habitualmente en Estados Unidos, debe divorciarse en su país. Si no quiere o no puede viajar a México, puede firmar un poder notarial a favor de un abogado o de una persona de confianza para el representante en México durante los trámites de divorcio. Para realizar esos trámites puede cerrarse una cita con Mexitel.

También existe un grupo de países que sí reconocen el valor legal de un divorcio obtenido por sus nacionales en Estados Unidos. Sin embargo, para que produzca efectos legales se exige que se lleve a cabo un trámite adicional para el registrador dicho divorcio.

Como ejemplo puede citarse el caso de los colombianos, ya que en Colombia se reconoce la validez de un divorcio dictado en Estados Unidos, imponiéndose solo la obligación de realizar lo que se conoce como exequátor ante la Sala Civil de la Corte Suprema. Solo se puede solicitar cuando la sentencia es final y ya no caben apelaciones o solicitudes de nulidad. Además, el requisito del exequátor también rige para otros países, por ejemplo, Perú.

Otros países que también optan por reconocer la validez del divorcio que sus connacionales afectados en Estados Unidos incluyen diferentes trámites. Por ejemplo, Argentina da la opción de registrador y dar publicidad al divorcio dictado en Estados Unidos mediante su inscripción en el Registro Nacional de Estado y Capacidad mediante un procedimiento judicial o uno consular.

Debido a las reglas cambian según el país, lo recomendable es que cada migrante consulte con su embajada para determinar qué son los pasos a seguir y antes de proceder a obtener la apostilla de la Haya en el documento de divorcio, información sobre si ese trámite es necesario, ya que no es barato.

Este es un artículo informativo. No es asesoría legal.