Obtener la tarjeta de residencia permanente, también conocida como tarjeta verde, da derecho a vivir y trabajar en Estados Unidos. Además, si así se desea, es el primer paso en el trámite para obtener la ciudadanía estadounidense a través de la naturalización.
Cada año fiscal se tramitan aproximadamente un millón de nuevas tarjetas de residencias. En este artículo se informa sobre las 5 grandes categorías para obtenerla y criterios son las razones por las que la solicitud de la tarjeta verde puede rechazar.
En Estados Unidos, la mayoría de los migrantes recibe la tarjeta verde por solicitud de un familiar, que debe ser ciudadano de los Estados Unidos o residente permanente.
Los ciudadanos estadounidenses pueden pedir los papeles para sus padres, cónyuges, hijos y hermanos. Los progenitores, esposos e hijos solteros menores de 21 años tienen la relación de familiares directos y la transmisión se demora, como regla general, en torno a los 12 meses.
Sin embargo, las peticiones para hijos casados de cualquier edad, hijos solteros mayores de 21 años y hermanos se demoran años, incluso décadas. Además, en el caso de pedir un migrante mexicano, la demora es todavía mayor. En todos estos casos, el tiempo de espera va a venir determinado por la fecha de prioridad de la solicitud.
Por otro lado, los residentes permanentes legales pueden pedir a sus cónyuges y a sus hijos solteros, tanto menores de 21 años como mayores de dicha dicha edad.
El boletín de visas que publica todos los meses el Departamento de Estado es la mejor herramienta para tener una idea aproximada de cuánto se están demorando las solicitudes para hermanos, hijos casados o hijos mayores de 21 años de ciudadanos y todas las solicitudes de familia efectuadas por un residente permanente.
Las empresas estadounidenses pueden solicitar una tarjeta verde para trabajadores extranjeros, siempre que ese puesto de trabajo no puede ser cubierto por ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales. Estas son las 100 empresas que más patrocinan.
Es posible que las empresas no patrocinen directamente la tarjeta verde. De hecho, un amplio número de extranjeros que son patrocinados por una empresa son profesionales titulares de una H-1B y que pueden utilizar su visa como trampolínpara conseguir la residencia en Estados Unidos. Esta es una de las pocas visas que tiene una naturaleza determinada de doble intención.
Es decir, en principio se concede por un plazo de 3 años que pueden extenderse hasta seis, pero durante este tiempo se puede realizar un ajuste de estatus, por razones familiares o laborales, y así conseguir la tarjeta verde. Pero la H-1B no se convertirá nunca automáticamente en una residencia, sino que debe tener una petición de la tarjeta por parte de una empresa.
Igualmente, la visa L-1, transferencia entre empresas, también es de doble intención y permite buscar activamente un patrocinador de una tarjeta verde.
Además de esos casos, existen situaciones especiales donde incluso no es necesario el patrocinio de una empresa. Por ejemplo, el caso de personas con habilidades especiales, como artistas, deportistas o científicos de gran prestigio pueden autopatrocinarse una residencia permanente mediante la visa EB-1, ya que no hay necesidad de mostrar oferta de empleo previa. Cabe destacar que son casos excepcionales.
Cada año el gobierno de Estados Unidos sortea 50,000 visas de inmigrante reconocidas como "de diversidad" que dan derecho a una tarjeta verde para la persona que gane el sorteo, su cónyuge y los hijos solteros menores de 21 años.
Se aplica para esta lotería todos los años al inicio del año fiscal estadounidense, es decir, en octubre, y solo se admite solicitudes digitales.
Se prohíbe que participe de los ciudadanos de países con altas tasas de inmigración hacia EEUU. En estos momentos, los siguientes países hispanoparlantes están determinados Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Perú y República Dominicana.