En los últimos años, científicos y conservacionistas han estado trabajando para aumentar la conciencia pública sobre un declive global en las poblaciones de anfibios. Los herpetólogos comenzaron a notar que las poblaciones de anfibios estaban cayendo en muchos de sus sitios de estudio en la década de 1980; sin embargo, esos primeros informes fueron anecdóticos, y muchos expertos dudaron de que las disminuciones observadas fueran motivo de preocupación (el argumento era que las poblaciones de anfibios fluctúan con el tiempo y las disminuciones podrían atribuirse a la variación natural). Ver también 10 anfibios extintos recientemente
Pero para 1990, había surgido una tendencia global significativa, una que claramente sobrepasaba las fluctuaciones normales de la población. Los herpetólogos y conservacionistas comenzaron a expresar su preocupación por el destino mundial de las ranas, los sapos y las salamandras, y su mensaje fue alarmante: de las aproximadamente 6,000 especies de anfibios que habitan nuestro planeta, cerca de 2,000 fueron clasificadas como en peligro de extinción, amenazadas o vulnerables en la Lista Roja de la UICN (Global Amphibian Assessment 2007).
Los anfibios son animales indicadores de la salud ambiental: estos vertebrados tienen una piel delicada que absorbe fácilmente las toxinas de su entorno; tienen pocas defensas (aparte del veneno) y pueden caer fácilmente en depredadores no nativos; y dependen de la proximidad de los hábitats acuáticos y terrestres en varios momentos durante sus ciclos de vida. La conclusión lógica es que si las poblaciones de anfibios están en declive, es probable que los hábitats en los que viven también se degraden.
Existen numerosos factores conocidos que contribuyen a la disminución de los anfibios: destrucción del hábitat, contaminación y especies recientemente introducidas o invasoras, por nombrar solo tres. Sin embargo, la investigación ha revelado que incluso en hábitats vírgenes, aquellos que se encuentran más allá del alcance de las excavadoras y los fumigadores, los anfibios están desapareciendo a tasas alarmantes. Los científicos ahora están buscando fenómenos globales, en lugar de locales, para obtener una explicación de esta tendencia. El cambio climático, las enfermedades emergentes y la mayor exposición a la radiación ultravioleta (debido al agotamiento del ozono) son factores adicionales que podrían estar contribuyendo a la disminución de las poblaciones de anfibios..
Entonces la pregunta '¿Por qué los anfibios están en declive?' No tiene una respuesta simple. En cambio, los anfibios están desapareciendo gracias a una compleja mezcla de factores, que incluyen:
Editado el 8 de febrero de 2017 por Bob Strauss