Un ecosistema es la colección de seres vivos y no vivos en un área, y su relación entre ellos. Es cómo los animales, las plantas y el medio ambiente interactúan juntos y prosperan. Estudiar ecosistemas se conoce como ecología. Un ecosistema marino es aquel que ocurre en o cerca del agua salada y es del tipo que se estudia en biología marina. (Los ecosistemas de agua dulce, por otro lado, están compuestos de ambientes de agua dulce como los de ríos o lagos. Los biólogos marinos también estudian esos tipos de ecosistemas).
Debido a que el océano cubre el 71 por ciento de la Tierra, los ecosistemas marinos constituyen una gran parte de nuestro planeta. Varían, pero todos juegan un papel valioso en la salud del planeta, así como en la salud de los humanos..
Los ecosistemas pueden variar en tamaño, pero todos tienen partes que interactúan y dependen unas de otras. Molestar un componente de un ecosistema puede afectar otras partes. Si alguna vez has oído hablar de la frase enfoque del ecosistema, es un tipo de gestión de recursos naturales que implica tomar decisiones con respecto a todo el ecosistema, en lugar de varias partes. Esta filosofía se da cuenta de que todo en un ecosistema está interconectado. Esta es la razón por la cual los ambientalistas y los biólogos marinos deben considerar ecosistemas completos a pesar de que pueden centrarse en una criatura o planta en él. Todo esta atado.
Otra razón vital para estudiar los ecosistemas es protegerlos. Los humanos pueden tener impactos negativos significativos en nuestro medio ambiente que pueden terminar destruyendo ecosistemas y perjudicando la salud humana. El proyecto HERMIONE, un programa que monitorea los ecosistemas, señala que ciertas prácticas de pesca pueden dañar los arrecifes de coral de agua fría, por ejemplo. Eso es un problema porque los arrecifes soportan una variedad de sistemas vivos que incluyen proporcionar un hogar para peces jóvenes. Los arrecifes también podrían ser fuentes de posibles medicamentos para combatir el cáncer, que es otra razón para protegerlos. Los impactos humanos están arruinando los arrecifes, que son un ecosistema vital para los humanos y el medio ambiente en general. Saber cómo funcionan y cómo apoyarlos antes y después de que se destruyan los componentes es imprescindible para ayudar a estos ecosistemas.
En los prados de algas marinas y los bosques de algas marinas, por ejemplo, la diversidad biológica robusta es clave para los ecosistemas. En un experimento, los científicos redujeron el número de especies de algas. Eso provocó una disminución de la biomasa total de algas, lo que redujo la cantidad de alimentos. Cuando los científicos disminuyeron las especies que pastan en microalgas que crecieron en pastos marinos, las especies comieron menos de las áreas que tenían menos microalgas. Como resultado de eso, la hierba marina en esas áreas se hizo más lenta. Afectó a todo el ecosistema. Experimentos como este nos ayudan a aprender cómo reducir la biodiversidad puede ser extremadamente perjudicial para los ecosistemas sensibles.