Los maestros consideran los debates como una forma divertida de estudiar temas relevantes y profundizar en un tema que con una conferencia. Participar en un debate en el aula enseña a los estudiantes las habilidades que no pueden obtener de un libro de texto, como el pensamiento crítico, la organización, la investigación, la presentación y las habilidades de trabajo en equipo. Puede debatir cualquier tema en su clase usando este marco de debate. Encajan perfectamente en las clases de historia y estudios sociales, pero casi cualquier plan de estudios puede incorporar un debate en el aula.
Presente los debates a sus alumnos explicando la rúbrica que utilizará para calificarlos. Puede consultar una rúbrica de muestra o diseñar la suya propia. Unas semanas antes de que planee mantener debates en clase, distribuya una lista de posibles temas redactados como declaraciones a favor de ideas específicas. Por ejemplo, podría postular que las manifestaciones políticas pacíficas como las marchas influyen en los legisladores. Luego asignaría un equipo para representar el argumento afirmativo de esta declaración y un equipo para presentar el punto de vista opuesto.
Pida a cada alumno que escriba los temas que les gustan en orden de preferencia. De estas listas, estudiantes asociados en grupos de debate con dos para cada lado del tema: pro y contra.
Antes de entregar las tareas de debate, advierta a los estudiantes que algunos podrían terminar debatiendo a favor de posiciones con las que realmente no están de acuerdo, pero explique que hacer esto efectivamente refuerza los objetivos de aprendizaje del proyecto. Pídales que investiguen sus temas y con sus socios, establezcan argumentos basados en hechos a favor o en contra de la declaración del debate, dependiendo de su asignación.
El día del debate, entregue a los alumnos de la audiencia una rúbrica en blanco. Pídales que juzguen el debate objetivamente. Designe a un alumno para moderar el debate si no quiere desempeñar este papel usted mismo. Asegúrese de que todos los estudiantes, pero especialmente el moderador, comprendan el protocolo para el debate.
Comience el debate con el lado profesional hablando primero. Permítales cinco o siete minutos de tiempo ininterrumpido para explicar su posición. Ambos miembros del equipo deben participar por igual. Repita el proceso para el lado contrario.
Dé a ambas partes unos tres minutos para conversar y prepararse para su refutación. Comience las refutaciones con el lado negativo y deles tres minutos para hablar. Ambos miembros deben participar por igual. Repita esto para el lado profesional.
Puede ampliar este marco básico para incluir el tiempo para el interrogatorio entre la presentación de posiciones o agregar una segunda ronda de discursos a cada segmento del debate.
Pídale a su audiencia estudiantil que complete la rúbrica de calificación, luego use los comentarios para premiar a un equipo ganador.